(i) José Fernando Carvajal y Robert Farah. Foto: Fedecoltenis.

Uno de los mejores doblistas de la historia del tenis colombiano ya tiene la mira en la gira latinoamericana. Robert Farah, del Equipo Colsanitas, se encuentra por estos días en Bogotá para llevar a cabo su preparación de cara a los torneos que jugará, junto con Juan Sebastián Cabal, por toda la región. El sitio elegido fue una de las remodeladas pistas de arcilla del Centro de Alto Rendimiento -sede deportiva de la Federación Colombiana de Tenis-, superficie en la que la dupla de colombianos disputará sus próximos dos torneos del calendario antes de retornar a las canchas de cemento.    

Previo a ejercitarse, entrenar el juego de red, la volea, el smash o los sobre piques, Robert se toma unos minutos para dirigir su atención a un grupo de jóvenes tenistas en plena formación y que sueñan con algún día seguir sus pasos. El vallecaucano toma la palabra y empieza a asesorarlos con esa vehemencia que le entrega su vasta experiencia, explicándoles desde los sacrificios que trae elegir la carrera de tenista hasta las ventajas de pasar por la universidad y lo importante que es tener claros los objetivos. A Farah no le disgusta contar con el papel de instructor y motivador, al contrario, le satisface transmitir sus conocimientos a las futuras generaciones que en los próximos años darán la cara por el tenis colombiano.

Luego toma la raqueta, va a la pista y se dirige inmediatamente a la línea de fondo para pelotear con José Fernando “Bimbo” Carvajal, su compañero de entrenamiento en la jornada. Sube el ritmo, el impacto de la bola es más fuerte y empiezan a hacer trabajo específico en la red, uno de los puntos donde Farah hace más énfasis teniendo en cuenta su condición de doblista.

Pasan los minutos y todo deja de ser adiestramiento. El experimentado jugador del Equipo Colsanitas decide entregarle algunas claves en la volea a Carvajal, uno de los tenistas juveniles colombianos con mayor proyección en la actualidad y quien hace parte del Equipo Fedecoltenis. A Robert no se le escapan los tecnicismos, le enseña la mejor empuñadura para ese golpe, la posición de las piernas, el movimiento de la raqueta… Robert conoce su lado desconocido de entrenador porque le interesa que el tenis base nacional crezca.    

“Motiva mucho ver que el tenis colombiano está saliendo adelante, que haya buenos jugadores como el caso de “Bimbo”. Si tengo la oportunidad de colaborar en el crecimiento de los juveniles, está clarísimo que siempre lo voy a hacer; y si están receptivos y quieren aprender es aún mejor”, expresa el número 27 del mundo en el ranking ATP de dobles apenas abandona la cancha de práctica. Y a “Bimbo” lo motiva. Tener la oportunidad de aprender de Robert es un verdadero privilegio. “Yo soy súper feliz de poder entrenar con Robert. Lo conozco desde hace tiempo y somos buenos amigos. Al ser un jugador que está metido de lleno en la ATP y tiene mucha experiencia, quiere que los jugadores juniors mejoren y se superen. Valoro mucho eso por parte de él”.

Y es que Farah se desvive al cien por ciento del tenis. No hace mucho acababa de bajarse del avión tras casi treinta horas de vuelo desde Melbourne y ya tenía la raqueta en la mano. Aún siente algo de desazón por no haber llegado más lejos en el Abierto de Australia, sin embargo, no deja de lado los aspectos positivos. “Fue una lástima haber perdido en tercera ronda, pero igualmente se ganaron dos muy buenos partidos. Hay que sacar siempre lo positivo”, recalcó. “Aspirábamos a mucho más porque estábamos jugando muy bien y sabíamos que podíamos llegar muy lejos”.

En Australia también tuvo que pasar por un momento incómodo. Por segunda vez consecutiva en un Grand Slam tuvo que enfrentarse a Juan Sebastián en la modalidad de dobles mixto, con quien pasa la mayor parte del año del mismo lado de la cancha. “Nunca es bueno enfrentarse a los compañeros y menos a Sebas (Cabal), que más que mi compañero es mi amigo, con quien trabajo todo el año y con el que vivo tantas experiencias. Al final es un partido más en la vida y uno sale a disfrutarlo, a jugarlo de la mejor forma. Ese fue un partido muy lindo”.

Melbourne ya es historia pasada y los objetivos se renuevan. Desde la segunda semana de febrero la pareja colombiana inicia un intenso recorrido por Latinoamérica que los llevará a Buenos Aires y Río de Janeiro, sobre arcilla, y Acapulco sobre superficie rápida. Robert sabe que esta mini gira es una de las más especiales porque en las últimas dos temporadas siempre han terminado consagrándose campeones en algún torneo. “Lo ideal es que podamos tener buenos partidos y sacar algún título. Sabemos que si logramos jugar nuestro mejor tenis, y si no pasa nada extraño, tenemos muy buenas chances de poder estar en las finales”.

Estar en las rondas finales ya no es una casualidad para los colombianos. En 2015 lograron llegar a cinco quedándose con dos títulos (Sao Paulo y Ginebra) y buscan que la nueva temporada esté llena de iguales o mayores alegrías. El nivel en el dobles está tan nivelado que ya no es común ver a los míticos hermanos Bryan dominando, factor clave que Robert no duda en poner sobre la mesa.

“Eso quiere decir que todos los demás doblistas estamos haciendo bien las cosas, que estamos trabajando duro y que nadie puede quedarse en la cima por mucho tiempo. Ahora ellos están pasando por un bache, pero seguramente volverán y tendrán sus buenas actuaciones. Lo cierto es que el dobles en la actualidad está muy igualado y hay que sacar provecho de eso”. Provecho que ambos buscan transformar en el arribo a uno de los torneos más codiciados de la gira, uno que se les ha escapado en las dos últimas temporadas. “Sigue siendo un objetivo poder entrar al Masters de Londres, esa es la meta principal”.

Fabián Valeth Orozco
Periodista
Federación Colombiana de Tenis
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